El amor...

Si una persona realmente quiere, todo el mundo lo hace. Pero, si estamos solos, que son aún más solo. La vida es extraña. 
"¿Alguna vez has oído hablar del libro que se llama el I Ching?" Le pregunté. 
"No, yo no." 
"Se dice que una ciudad se puede mover, pero no un pozo. Es todo el bien que los amantes se encuentran, satisfacer su sed, construir casas y criar a sus hijos. Pero si uno de ellos decide irse, el pozo no puede ir con ellos. El amor permanece allí, abandonados -. Pesar de que se llena con la misma agua pura como antes "

El amor es siempre nuevo. Independientemente de si nos gusta una, dos o una docena de veces en nuestra vida, siempre nos enfrentamos a una situación nueva.

El amor nos puede relegar al infierno o al paraíso, pero siempre nos lleva a alguna parte. Simplemente tenemos que aceptarlo, porque es lo que nutre nuestra existencia.Si lo rechazamos, nos morimos de hambre, porque nos falta coraje para estirar la mano y coger la fruta de las ramas del árbol de la vida. 
Hay que tener amor donde lo encontramos, aunque eso signifique horas, días, semanas de decepciones y tristezas.

"No debería haber preguntado," dije. "El amor no hace muchas preguntas, porque si nos detenemos a pensar que se asusta. Es un miedo inexplicable, es difícil incluso para describirlo. Tal vez sea el temor de ser despreciado, de no ser aceptado, o de romper el hechizo. Es ridículo, pero así son las cosas. Es por eso que no pedimos-de actuar.Como he dicho muchas veces, usted tiene que tomar riesgos ".

Espere. Esta fue la primera lección que aprendí sobre el amor. El día que arrastra, haces miles de planes, te imaginas todas las conversaciones posibles, usted se compromete a cambiar su comportamiento en cierta manera - y usted se siente más y más ansioso hasta que su ser querido llega. 
Pero para entonces, no sé qué decir. Las horas de espera se han transformado en tensión, la tensión se ha convertido en el temor y el miedo te hace embrassed de mostrar afecto.

El amor es como una trampa. Cuando aparece, sólo vemos la luz, no sus sombras.